Mecanismos de Participación Ciudadana
Asambleas informativas:

Desde el inicio de nuestra tarea, tuvimos la convicción de que el involucramiento y la participación de las personas damnificadas en el desarrollo y avance del Programa de Reconstrucción era crucial. Por esa razón, la Comisión implementó diversos mecanismos para garantizar la comunicación con las familias afectadas en inmuebles multifamiliares y en casas.

Al inicio, se llevaron a cabo diariamente reuniones multitudinarias en las que el entonces titular de la Comisión, Lic. César Arnulfo Cravioto Romero, recibía a los colectivos que venían trabajando con la administración precedente y a todos los ciudadanos afectados, estuvieran agremiados o no. A estas reuniones acudían uno o más propietarios de distintos inmuebles; en el caso de la vivienda de conjunto, generalmente asistían las personas administradoras. Estas nos comunicaban el estatus de sus trámites iniciados desde la administración anterior, y se les informaba cuál sería el nuevo proceso general de atención, los requisitos, el funcionamiento y alcances del programa, así como los mecanismos para mantener la comunicación y seguimiento de sus trámites.

Paulatinamente, se recibieron las solicitudes y expedientes, aún incipientes, a través de la Ventanilla Única instalada para este propósito. Con el tiempo, y considerando la documentación entregada por las personas interesadas, se validó la información obtenida en el censo levantado durante el periodo de transición. Esto permitió definir el universo de inmuebles unifamiliares y multifamiliares que formarían parte del Programa.

Esa nueva conformación exigió organización, comunicación y coordinación que, posteriormente, consistiría fundamentalmente en reuniones presenciales y en territorio por cuadrantes para el caso de la vivienda unifamiliar; o, en los inmuebles multifamiliares, con las comunidades de vecinos. En estas reuniones se revisaba de manera específica el avance de sus procesos o, de ser el caso, de sus proyectos, además de la situación social. Asimismo, se explicaba con mayor detalle el Programa de Reconstrucción.

Para los inmuebles que recibieron recursos de la administración anterior por parte de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), se comenzó con la revisión de proyectos ejecutivos. De igual forma, se ofreció acompañamiento para negociar con las empresas las corridas financieras. En estas reuniones en particular no participaban todos los vecinos damnificados, sino solo una representación por inmueble.

Es preciso mencionar que el Programa de Reconstrucción intervino bienes de propiedad privada, razón por la cual se requirió que las personas propietarias o poseedoras autorizaran a la Comisión para realizar ciertos procesos de atención. Sin embargo, las decisiones se tomaron de forma conjunta con las personas beneficiarias. En la vivienda multifamiliar, por tratarse jurídicamente de propiedad de tipo condominal o copropiedad, los mecanismos de toma de decisiones fueron fundamentalmente la “asamblea condominal” para el primer caso y la “reunión de copropietarios” para el segundo, figuras previstas en las normativas aplicables.

Con la declaratoria de emergencia sanitaria por el virus SARS-CoV-2, la Comisión para la Reconstrucción no detuvo sus labores, pero los mecanismos de participación tuvieron que adaptarse. Las asambleas condominales y reuniones de copropietarios se realizaron en formato virtual, al igual que las reuniones informativas para seguimiento operativo y administrativo.

En este contexto, se crearon chats específicos para cada colectivo e inmueble en atención. Estos incluían a las personas beneficiarias, al personal de la Comisión a cargo de los diversos asuntos, a las empresas responsables de los trabajos y a la persona titular de la Comisión. Esta herramienta facilitó la comunicación inmediata y directa entre todos los involucrados, permitiendo a las familias recibir actualizaciones periódicas sobre los avances por parte de la Comisión y de las empresas. Para muchas personas damnificadas que trasladaron su residencia fuera de la Ciudad de México, esta se convirtió en la herramienta de comunicación más efectiva.

Una vez levantada la emergencia sanitaria y hasta el cierre del periodo, los mecanismos de atención a las familias damnificadas se mantuvieron híbridos, con reuniones tanto presenciales como virtuales.

En el caso de la vivienda unifamiliar, la atención se llevó a cabo directamente en el territorio. Como ya se ha mencionado, se instalaron coordinaciones por zona, operadas por los denominados “monitores”. Los monitores, personas con arraigo y conocimiento de los territorios asignados, realizaron importantes tareas, como:

  • Realizar recorridos para dar difusión al Programa y levantar información sobre posibles afectaciones.
  • Programar visitas y recorridos técnicos.
  • Integrar expedientes de las personas incorporadas al Programa.
  • Llevar a cabo el seguimiento social.
  • Brindar acompañamiento durante todo el proceso de reconstrucción o rehabilitación, desde la incorporación hasta la entrega de viviendas.
  • Convocar a asambleas informativas generales en los cuadrantes de atención.

La labor de los monitores fue fundamental para:

  1. Localizar casas no censadas y familias sin atender que desconocían los cambios en la operación del Programa, logrando su incorporación al universo de atención.
  2. Actuar como la presencia permanente de la Comisión en las zonas afectadas, asegurando que el proceso no se detuviera por falta de interacción entre el gobierno y las personas afectadas.

Como se puede observar, las asambleas informativas fueron un mecanismo clave de presencia y comunicación con los beneficiarios del Programa y la población interesada en el proceso.

En las asambleas informativas se proporcionaba:

  • Seguimiento del avance de obra.
  • Firma de contratos y convenios de aplicación de recursos y obra.
  • Atención a inquietudes relacionadas con los procesos constructivos y los retos del Programa de Reconstrucción.
Visitas técnicas y recorridos en territorio

Las visitas técnicas se realizaron desde el inicio de nuestra gestión para identificar daños y se mantuvieron como un mecanismo de atención permanente que ha cumplido con diferentes funciones.

Una visita técnica es la que lleva a cabo un arquitecto, ingeniero o Director Responsable de Obra (DRO) para identificar diferentes problemáticas; originalmente, para saber de la existencia de hundimientos de terreno, grietas en el subsuelo, afectaciones al ambiente, dificultades de accesibilidad, revisión de las partes estructurales de las edificaciones etc. En otro momento, las visitas técnicas hicieron posible visualizar causas de retraso en los programas de obra y sugerir medidas de atención o, en su caso, de mitigación que no hubiesen sido consideradas en el proyecto original.

Esta labor fue fundamental durante todo el proceso del Programa, particularmente para la vivienda unifamiliar y en determinadas alcaldías como Iztapalapa y Tláhuac, por ejemplo, donde la gran mayoría de las viviendas que sufrieron daños fueron originalmente construidas sobre grietas, fallas geológicas, suelos blandos o zonas lacustres, por lo que los asentamientos sufren de hundimientos o inclinaciones, que con el sismo del 19 septiembre de 2017 se agudizaron.

Para atender estos casos, la Comisión Para la Reconstrucción trabajó con el Comité de Grietas y con “Binomios”, los cuales se conformaban por un D.R.O y un geotecnista, quienes realizaron en un primer momento estas visitas técnicas para identificar las afectaciones y estudiar las medidas de mitigación. Una vez analizada la información se determinaron los trabajos requeridos para cada vivienda y la viabilidad de su edificación en el sitio de afectación.

Estas visitas también fueron vitales en las alcaldías de Xochimilco y Milpa Alta, donde las viviendas originalmente existentes fueron edificadas sobre laderas compuesta por rocas volcánicas o en suelo de conservación, lo que hizo su atención más compleja. Otra posibilidad que nos dieron estas visitas fue la identificación de viviendas catalogadas como patrimonio histórico, y darles las alternativas constructivas y financieras para una correcta intervención y apego a las normas.

Estas visitas se convirtieron en una herramienta de uso permanente para garantizar y verificar que los alcances establecidos en los programas de desarrollo urbano y normas aplicables se cumplieran, y fueron independientes de los reportes de las empresas de supervisión. Muchas de estas visitas se llevaron a cabo a solicitud de las personas damnificadas, ante la existencia de dudas sobre el proceso constructivo de sus viviendas; o bien, cuando se requirió de una segunda opinión sobre el tipo de intervención propuesto por una empresa o un asistente técnico.

Adicionalmente, para lograr una reconstrucción cercana a las personas durante los procesos de ejecución de las obras, se realizaron de forma permanente, recorridos encabezados por las personas titulares de la Comisión, con la finalidad de constatar los avances. Estos recorridos permitieron discutir y atender inquietudes sobre los alcances de las intervenciones en las viviendas para que se realizaran con apego a las características y especificaciones contratadas, se logró mejorar tanto la calidad en mano de obra como de materiales, así como de los tiempos de entrega. Estos recorridos permitieron también dar certeza de atención y claridad a las personas damnificadas sobre los trabajos que se ejecutaban y tener un acercamiento de calidad con ellos.

Selección de prototipos de vivienda de acuerdo con necesidades

Como parte del proceso de intervención, las familias damnificadas cuentan con la posibilidad de optar entre una variedad de prototipos, el que mejor se adapte a sus necesidades de habitabilidad y de accesibilidad, es posible adecuarlos cuando las familias lo soliciten.